En el mundo de la cerámica, no hay una única forma de crear una taza. Cada pieza nace de un proceso distinto, y ese proceso influye en su forma y textura. En Pipa and Happy trabajamos con dos técnicas que nos encantan, el torno y el pellizco, ambas 100 % a mano, pero con resultados y sensaciones diferentes.
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Las tazas de torno se modelan sobre una rueda en movimiento. Las manos acompañan el giro del barro mientras la pieza va tomando forma con una suavidad hipnótica. El resultado son tazas más simétricas, con líneas limpias y un acabado muy fluido. Cada una conserva, aun así, el gesto de las manos que la hicieron, por lo que ninguna es exactamente igual a otra.
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Las tazas con técnica del pellizco, en cambio, se crean a un ritmo más pausado. El barro se moldea directamente con los dedos, pellizco a pellizco, hasta dar con la forma deseada. Esta técnica deja una textura más orgánica y una apariencia ligeramente irregular, lo que las hace especialmente especiales. Son tazas que se sienten más cercanas, más vivas, con ese encanto imperfecto que solo da el trabajo manual.
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Ambas formas de crear comparten algo esencial: el valor del tiempo, la calma y la huella humana. No hay prisa ni producción en serie, solo manos que dan forma a un material vivo. Ya sea que prefieras la armonía del torno o la espontaneidad del pellizco, cada taza hecha a mano guarda una historia única.
En Pipa and Happy nos gusta pensar que elegir una u otra no es cuestión de mejor o peor, sino de conexión. Hay quien encuentra belleza en la simetría del torno y quien se enamora de las pequeñas irregularidades del pellizco. Lo bonito es que, en ambos casos, llevas entre las manos una pieza que nació del mismo lugar: el amor por la cerámica artesanal.
Descubre nuestras colecciones en Pipa And Happy y dale un toque sostenible a tu día.
 
                    
                  
                


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